“Escribir
es mirar el mundo y contar lo que cada uno ve en función de sus ideas, de su
experiencia, de los atributos que lo definen como persona.”
O 2 de
novembro faleceu, aos 61 anos, a escritora Almudena Grandes. Novelista e
columnista do xornal “El País” é unha das figuras máis importantes da
literatura española contemporánea.
Autora
de obras como Las edades de Lulú, Malena es nombre de tango o El
corazón helado, sempre estivo sensibilizada coa memoria histórica.
En
2010 inicia unha saga de seis novelas, Episodios de una guerra
interminable, que retratan a historia española do século XX. Ata o derradeiro intre da súa vida mantivo
unha fortaleza e un compromiso que lle permitiron rematar Mariano en el
Bidasoa, última entrega destes episodios.
Fondos da obra de Almudena Grandes en Biblioneme.
Exemplar de Los pacientes del doctor García dedicado por Almudena
Grandes ao CluBiblioneme.
“Para
escribir antes ha habido que leer. Empezar a escribir es una consecuencia de
haber leído mucho, es como atravesar el espejo, como cuando Alicia atraviesa el
espejo. Leer y escribir son actos especulares.”
Almudena Grandes
A
profesora de Lingua Castelá e Literatura do IES Monte Neme, Carmen G.
Llorca, estudiosa e analista da obra de Almudena Grandes, rinde unha
sentida homenaxe a esta autora á que se suma Biblioneme.
Fallece
Almudena Grandes. “Un manotazo duro, un golpe helado, / un hachazo invisible y
homicida/ un empujón brutal te ha derribado.” Con estos
versos de la preciosa “Elegía a Ramón Sijé” de Miguel Hernández, expreso mi
sentir al enterarme de su muerte, por los informativos. Tuve la suerte de
conocerla personalmente en los cursos organizados por el CEFORE bajo el título
“Encuentros con escritores”. Una mujer
fuerte, alta, morena, con voz de fumadora, con un colgante muy bonito y con un
poder en sus palabras que hicieron que las dos horas del curso se pasasen como
un vuelo. Culta, muy culta; en ningún momento pedante (¡qué admirable es la
sencillez del sabio!), con muchísima información acerca de la historia de
España y, como comentaba Juan Cruz, en la puerta del tanatorio, alegre, muy
alegre… Confieso que mi primer
acercamiento a ella, no fue el más acertado. Atlas de la geografía humana y
Malena tiene nombre de tango. El primero me pareció una novela estereotipo, con
diferentes modelos de mujer (la casada, la divorciada, la progre…) con un
proyecto en común. La segunda, no me
entusiasmó. Sin embargo, cuando leí El corazón helado, supe que aquella autora
iba a seducirme. Y luego, sus libros sobre la Guerra Civil Española, Episodios
de una Guerra Interminable: El lector de Julio Verne, Inés y la alegría, Las
tres bodas de Manolita, Los pacientes del doctor García y su última entrega, La
madre de Frankestein (¡qué bonita la fotografía de su portada!) … Por suerte,
la primera de las que he citado es lectura obligatoria en segundo de
Bachillerato, lo que me permitió sumergirme de una manera más profunda en la
novela, porque debía explicarla a mis alumnos. ¡Cuántas horas de trabajo tuvo
que dedicarle la autora a esta extensa serie! ¡Qué capacidad de atraer al
lector que, en un principio, puede creer que, por su extensión, se encuentra
ante un conjunto de voluminosos “tostones” históricos! Páginas que se pasan con rapidez, pues la
autora mantiene el interés por la novela hasta el final… Facilidad para
encontrarnos con personajes que ya han aparecido en otras anteriores…Capacidad
de entusiasmarnos con su lectura… Y ahora, ¿qué nos queda? ¡Pobre mujer! La
Muerte siempre se lleva a los mejores, pero ella nos deja sus obras y hoy, ante
mí, tengo lo que en su momento fue un tesoro, y ahora, un tesoro doble: el ejemplar
de El corazón helado de Almudena Grandes, firmado por una de las autoras más
importantes de la Literatura Española del presente siglo. Sin pudor, reescribo
su dedicatoria: “Para Carmen, y ojalá le caliente el corazón” (La Coruña,
19-10-2017). Mal sabía ella que ya me había atrapado en sus redes. Descanse en
paz.
Carmen González Llorca
Gracias, Carmen, pola túa colaboración.
Ningún comentario:
Publicar un comentario